EL AFÁN DEL DÍA A DÍA PERTURBA EN
NUESTRAS VIDAS
En este siglo XXI, la vida
se lleva apresuradamente, comenzando por las amas de casa, al ir de compras,
llevar los niños al colegio, entre otros quehaceres diarios, hasta los conductores
andan tan a prisa; que pocas veces respetan las señales de tránsito, menos las
paradas de los pasajeros a bordo.
También ante este afán no se
quedan atrás los maestros; que hoy en día trabajan con el tiempo límite para
abordar sus proyectos. Todo esto sin importar el aprendizaje adquirido por
los(as) estudiantes; al parecer los
docentes se interesan más en ver un cuaderno repleto de contenido, que
deleitarse por una mente llena de aprendizaje significativo.
Señores docentes, antes de
impartir clases, den respuestas a estas preguntas ¿Cuál es mi esencia de
docente? ¿Qué debo enseñar? ¿Qué requieren los estudiantes aprender para la
vida? Y muchas otras interrogantes que merecen ser respondidas de corazón y
conscientemente; para así lograr el resultado que se quiere.
Es de hacer referencia a lo
que expresaba la educadora venezolana Belén San Juan “aprender aprendiendo y
aprender haciendo”, se puede interpretar que la teoría y práctica son indisociables
en la enseñanza y así se estará estudiando para la vida. No es necesario que al
niño (a) se le limite dentro de un aula de clases, encerrado entre cuatro
paredes; para así, poder afirmar; estoy cumpliendo con mi deber, soy un buen
maestro, cumplo con mi proyecto en el tiempo determinado.
A caso es más importante un
cuaderno rebosado de escritos, que una mente desbordada de verdadero
conocimiento.
Como lo afirma Ausubel
(1976) “De todos los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante
consiste en lo que el estudiante ya sabe”.
En otras palabras para que
se adquiera un nuevo aprendizaje debe darse la interacción y conexión de este
con los conocimientos preexistentes. Si esta conexión se realiza, el sujeto no
solo cambia sino que amplia, combina, profundiza, clasifica y todo esto puede
lograrse a cualquier edad; para así demostrar que los aprendizajes
significativos quedan por siempre y son aplicados con éxitos en el día a día.
Dando un aporte personal con
respecto al tema, mis estudios de primaria fueron desarrollados por el famoso
contenido caletre, tenía que estudiar cuestionarios de casi quince preguntas
como mínimo, de las cuales solo salían cinco en el examen escrito, es de
resaltar que desde 1ero a 3er grado solo contaba con un maestro que
desarrollaba todos las áreas, mientras que a partir de 4to a 6to grado era un
maestro para cada área, pero con el mismo método de aprendizaje el caletre. Con
ese modo de enseñar no se obtenía un
aprendizaje significativo, sino momentáneo, ya que era rígido y la opinión u
otra manera de entender los contenidos era rechazado de inmediato por el
maestro, o ni si quiera aceptaba una opinión.
Es por ello que debemos
cambiar esa rigidez en las escuela, ya que, es necesario que los estudiantes se
apropien de su aprendizaje, que observen, indaguen, opinen y se den cuenta que
su conocimiento depende de su propio entorno, en el día a día. Se debe
responder el por qué? De las cosas por muy insignificante que sean.
En palabras de Rodríguez:
“Enseñen a los niños a ser preguntones, para que pidiendo el porqué de lo que
se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón; no a la autoridad
como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos”. Se puede entender
que es estudiante debe saber a profundidad sobre los temas impartidos en
clases.
Retomando mi experiencia
como estudiante de bachillerato; puedo afirmar que no los recuerdo con mucha
emoción, ya que los profesores no sabían establecer su rol como tal, siempre
viví una presión desde el área de
matemática hasta sociología que era la menos importante para mí, más aun cuando
el profesor solo se dedicaba a asignar el número de páginas que debíamos leer
para presentar las evaluaciones, esa era su técnica, nunca lo recuerdo delante
de los estudiantes explicando algún contenido, será por eso que no recuerdo ni
de que trataba esa materia.
Por otra parte en el área de
castellano como era llamada en ese entonces, la profesora era presumida e inaccesible, solo se dedicaba a dar su
clase y mandar a buscar en el libro de literatura, aquel libro donde aparecía
en la portada la foto de todos aquellos escritores, que para ese entonces el
solo ver la portada me bloqueaba por completo.
Solo mandaba a leer esas
grandes poesías de Rómulo Gallegos, Andrés Bello, entre otros famosos
escritores; su voz solo se escuchaba diciendo lean y analicen, sin dar
explicación alguna de como era el análisis que ella pedía. En clases nunca
logre realizar el análisis que la dejara satisfecha, siempre me le hacía
tachaduras; pero cuando los asignaba a realizarlos en casa, mi madre me elaboraba
el análisis de esas interminables poesías; siendo mi madre de pocos estudios,
pero como sabe hacer análisis, sin embargo al momento de leerlos nunca intervenía
porque me sentía insegura y la profesora no me inspiraba para nada confianza,
de hecho nunca entendí lo que ella quería decir con sus análisis.
A todas estas, al final de
la clase, cuando ella expresaba la interpretación de la poesía y observaba mi
cuaderno, me daba cuenta; que el trabajo de mi madre estaba perfecto; al final
lleve a reparación esas materias en 5to año y por tal razón no pude estar en mi
acto de grado…algo inolvidable de mi bachillerato.
Por eso les digo a todos
aquellos que se dedican a la profesión de maestros, profesores de la
especialidad que sean y crean que llevan la batuta para dirigir o marcar; hagan
esa enmarcación en sus estudiantes pero positivamente, premien el esfuerzo que
hacen para presentar sus actividades, que se le valore como debe ser, se debe
tener respeto por todo ese grupo que de una manera u otra confían y creen en
los maestros que enseñan para la vida.
Hoy en día soy docente; me
identifico con mi profesión siempre me ha gustado enseñar, ya que, desde mi
juventud me dedicaba a impartir conocimientos desde mi casa, con las llamadas
tareas dirigidas, aplica estrategias de las cuales no tenía conocimiento
alguno; pero me daban buenos resultados, a muchos niños enseñe a leer, escribir
y la aritmética lo esencial para iniciar un aprendizaje.
Ahora bien, con mi
experiencia como docente he tenido la oportunidad de compartir con niños de
básica y actualmente con media general. Siempre imparto saberes con muchas
ganas de enseñar y lograr que el aprendizaje permanezca por siempre en cada uno
de esos niños(as) que confían en el maestro que es capaz de escuchar, respetar,
corregir, rectificar, aprender de sus estudiantes y aportar un granito de arena en el
aprendizaje diario.
Como la frase expresada por
Emilia Ferreiro "No es un pecado capital cometer un error de
ortografía".
"Los chicos tienen la mala costumbre de
no pedir permiso para empezar a aprender"
Los niños en todo momento
están aprendiendo del mundo, es por eso que en todo momento el profesor y los
adultos deben tener siempre presente que son los guías de los niños en el mundo
del aprendizaje.
De tal manera los docentes
deben tener en cuenta que cada cerebro es único y diferente. Cada estudiante tiene
su capacidad y sus fortalezas personales y es natural que, por ejemplo, unos
aprendan a leer más rápido, otros sean capaces de resolver con mayor facilidad
problemas matemáticos, mientras que a otros se les dé mejor jugar a fútbol. Sin
embargo, los conocimientos previos sobre las materias en cuestión también afectarán
al aprendizaje.
En igual forma, como
docentes debemos ser innovadores para aplicar las estrategias de aprendizaje y
así lograr que los(as) estudiantes se apropien del conocimiento según sea su
estilo o manera de entender los contenidos desarrollados durante las clases
diarias.
También se debe indagar para descubrir la forma de aprender del grupo
en general, para que puedan funcionar las estrategias aplicadas. Algo muy
importante, un maestro siempre debe tener presente la sensibilidad humana y el deseo
de enseñar con amor, para que sea recordado por siempre y deje enmarcada la
huella del excelente maestro en cada estudiante que a moldeado a lo largo de su
carrera.
Que hermoso y agradable es
ser maestro, facilitador del conocimiento y guiador de estudiantes a
una meta educativa exitosa,