martes, 15 de diciembre de 2015

LA IMPORTANCIA DE UNA EDUCACION INTEGRAL

LOS PRECURSORES DE LA EDUCACIÓN

Con apoyo en las biografías y escritos de los precursores Antonio de Nebrija, Don Andrés Bello, Belén San Juan; es de notar los aportes lingüísticos como gran valoración de la teoría gramatical.
Para referirnos a Nebrija; se puede decir que fue un insigne humanista que ha contribuido en el quehacer literario de los hombres. Gracias a él hoy día se habla en medio mundo la lengua española, que él dio vida propia e importancia mundial.
Los aportes de Antonio Nebrija, tiene la finalidad de enseñarnos a escribir correctamente las palabras para evitar errores ortográficos y así mejorar en redacción al aumentar nuestro léxico.
Otro gran maestro que nos aporta muchos idearios educativos es Don Andrés Bello  un intelecto extraordinario y notable humanista con un verdadero avance en pro del desarrollo, transformación educativa y cultural de nuestros pueblos.
Uno de sus idearios educativo Bello sostenía que “debían enseñarse en las escuelas primarias precisamente la lectura, la escritura, el catecismo de la religión, la gramática castellana y la aritmética”.
Su enseñanza se basaba en poesía como expresión de los pueblos, ya que él no quería que se perdiera las costumbres y tradiciones del pueblo venezolano.
Por otra parte el lenguaje presente en el poema “silva a la agricultura “; sus versos son dirigidos a la agricultura, la valoración del hombre trabajador del campo por su gran compromiso, dedicación y salvación.
Es de considerar que su aplicación del pensamiento a la pedagogía, tiene como finalidad multiplicar las escuelas primarias para universalizar la instrucción para que formen a los profesores.
Otro aspecto pedagógico de este gran maestro es la integración de la lectura, escritura, la gramática y la aritmética, ya que la educación no es considerada para formar sabios, sino para poner en estado desarrollo, por sí mismo,  sus potencias.
Ahora bien la educadora venezolana Belén San Juan fue una firme seguidora de Simón Rodríguez y Luis Beltrán Prieto Figueroa, afirmando que la educación debe ser integral, es decir preparar para la vida.
Se puede decir que su ideario pedagógico se basaba de “enseñar a aprender para seguir aprendiendo”. Es  decir explicar para que nos sirve lo que aprendemos y asi aplicarlo en la cotidianidad; todo esto basado en una educación integral como método pedagógico para desarrollar la totalidad de la personalidad de los (as) estudiantes como centro y objeto del hecho pedagógico.
Por lo tanto Belén San Juan basaba su enseñanza en valores para que formen parte del comportamiento diario, al igual expresaba la maestra “aprender aprendiendo y aprender haciendo”. Es decir integrar teoría y práctica desde los primeros estudios para así salir al campo laboral empleando los conocimientos adquirido durante la etapa escolar.
Se puede concluir afirmando que estos grandes precursores cumplieron un papel importante en la enseñanza de la lengua basada en la lingüística; partiendo que el dominio del lenguaje es tarea de primer orden en la educación venezolana, ya que está estrechamente relacionada con el éxito o fracaso educativo y en consecuencia con el avance científico de la sociedad.
 El  lenguaje como teoría lingüística tiene una posición bien definida y los mencionados precursores daban su enseñanza partiendo de lo descriptivo a lo constructivo, permitiendo la posibilidad que cada individuo forme su propio conocimiento produciendo frases que nunca habían sido usados anteriormente.
En este sentido creemos que el lenguaje como fenómeno social y científico en Venezuela falla especialmente en la aplicación. No hay que olvidar que el lugar preeminente de aplicación del lenguaje es en la educación, al referirnos a educación estamos pensando en la escuela. En ella, cualquiera que sea su nivel, es donde se aprende la estructura formal de la lengua; y, es en ella, donde se ha enseñado y se enseña el lenguaje bajo una concepción superada por los nuevos aportes de la lingüística y de la psicología.
Siendo así las cosas, se requiere adoptar una nueva postura acerca del lenguaje, lo que se traducirá en un nuevo enfoque de enseñanza de la lengua. Este enfoque debe inscribirse en las propuestas teórico-críticas que lo lleven al desarrollo concreto del hombre, para que no sea un repetidor de saberes inapropiados, como alguna vez lo dijo uno de nuestros grandes pensadores y maestros latinoamericanos: Freire. Una persona que a partir del dominio de su lengua tome conciencia ante la realidad que lo circunda y sea su principal crítico, capaz de expresar su pensamiento en forma coherente. Una persona que desarrolle el sentido estético frente a un texto, que vaya más allá de la posición eferente, siendo ésta última la que busca sólo información de lo leído (Dubois, 1999). Cada lector con sus referencias vividas, con sus mapas semánticos y con su competencia lingüística es quien le da vida a un texto, mientras tanto éste se encuentra estático sin significado, esperando ser comprendido al ser leído. Al leer, el texto y el lector se compenetran tan íntimamente que se opera entre ellos una transacción que se convierte en una relación altamente sensitiva y agradable.

 


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