sábado, 12 de marzo de 2016

MIS EXPERIENCIAS SISTEMTIZADAS

Tenemos muchos motivos valiosos para sistematizar, sistematizamos con la necesidad de no olvidar las experiencias valiosas, también para profundizar acerca de la reflexión y análisis de la tarea realizada.

Sin embargo no existe un concepto único sobre su definición; se puede hacer referencia a Marcela Fajardo que define la sistematización como una síntesis de “antecedentes empíricos conceptuales que permiten explicar los alcances y significados de las prácticas educativas populares”. Es decir las interconexiones entre la teoría y la práctica lo que se llevó a cabo a través de un proyecto.
Mientras que para Eduardo Pino “Es un  esfuerzo consciente  para capturar el significado de las acciones y sus efectos”. Se establece como el criterio de la “toma de conciencia” frente a una experiencia  y búsqueda de “re significación” que equivale a involucrar la  “reflexión” como etapa necesaria del proceso de sistematización.
En términos generales, tomando como punto de partida de las consideraciones de los autores mencionados se puede concluir que la sistematización se refiere a la construcción de un sistema explicativo de las prácticas, de los aprendizajes derivados de ellas, y de unos marcos conceptuales referenciales que en su desarrollo nutren esas prácticas, quehaceres y proyecciones sobre las realidades sociales.           
Entre las realidades de una sociedad está inmerso el proceso cambiante en la educación; siendo este un derecho gratuito para el buen desarrollo intelectual de toda persona sociable.
Como se afirma en el artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la educación es un derecho humano; ya que constituye parte esencial para el desarrollo al mismo tiempo al observar una estructura social, se ubica en un primer escalón y como base de la misma a la familia, la cual está conformada por personas seres humanos con necesidades que exigen derechos pero que también llevan implícitos deberes, los cuales son las actividades, actos y circunstancias que implican una determinada obligación moral o ética.
En esta perspectiva la educación debe estar dirigida por un docente motivador  y humanista para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más productivo.
Entendemos por "motivación" el conjunto de variables intermedias que activan la conducta y/o la orientan en un sentido determinado para la consecución de un objetivo. En el plano educativo, la motivación debe ser considerada como "la disposición positiva para aprender y continuar haciéndolo de una forma autónoma.
Otro aspecto que motiva al aprendizaje es el proceso comunicativo. El docente que llega a ser claro, que tiene las suficientes herramientas didácticas para la clase, el que llega con entusiasmo y transmite todo su conocimiento mediante la facilidad de expresión tanto gestual como verbal, ése es el docente que incentiva con sus palabras de apoyo y refuerza el aprendizaje.
Sin embargo toda esta enseñanza debe de partir de una pedagogía critica basada en aprendizajes significativos es lo que se busca en esta nueva educación  liberadora y transformadora del conocimiento.
La pedagogía crítica es, por su parte, una propuesta de enseñanza que incita a los estudiantes a cuestionar y desafiar las creencias y prácticas que se les imparten. Consiste en un grupo de teorías y prácticas para promover la conciencia crítica.
Muchos son los autores que han participado en el desarrollo y consolidación de la citada pedagogía crítica y entre ellos se encuentra el brasileño Paulo Freire. Una figura esta que se ha convertido en uno de los pensadores y teóricos de la enseñanza y de la educación más importante de todos los tiempos.
No obstante, junto a él se halla también el estadounidense Henry Giroux, que está considerado como uno de los cincuenta profesores y pensadores modernos que han sido más fundamentales dentro de las teorías educativas y en concreto de la pedagogía crítica que ahora nos ocupa.
Considerando a los autores antes mencionados el marco de la pedagogía crítica, el profesor trata de guiar a los estudiantes para que cuestionen las prácticas que son consideradas como represivas, a cambio de generar respuestas liberadoras a nivel individual y grupal.
El primer paso de la pedagogía crítica es lograr que el estudiante se cuestione a sí mismo como miembro de un proceso social (que incluye las normas culturales, la identidad nacional y la religión, por ejemplo). Una vez hecho esto, el estudiante advierte que la sociedad es imperfecta y se lo alienta a compartir este conocimiento para modificar la realidad social.
Por otra parte se puede mencionar a José Martí a la pedagogía crítica reflexiva. Partiendo de la historia pedagógica cubana esta fue su fundamental guía para dar paso a esta nueva pedagogía; donde se concibe la escuela y el maestro como el contexto más amplio de la sociedad.
Uno de los objetivos principales era de preparar al hombre para la vida y era necesario la unidad entre la teoría-practica en el proceso de enseñanza aprendizaje mantener el vínculo estudio-trabajo y se involucre la relación instructivo-educativo y así aprender dentro de su propia historia  región y cotidianidad.
De igual forma afirma la importancia del estímulo  a la independencia cognoscitiva de los estudiantes, cultivando así nuevos conocimientos en la práctica educativa y en la formación de valores;  para convertir al hombre en un elemento activo y seguro; con mayor equilibrio dentro de su bienestar social.
Para lograr este desarrollo crítico en el hombre se debe involucrar la pedagogía del amor y ponerle sentimiento al lenguaje para mover y entusiasmar la conciencia en el estudiante, promoviendo así una mayor aplicación en sus estudios para cosechar el éxito en su gran camino profesional.
También debemos considerar parte importe de todo este aprendizaje el medio de comunicación “la lengua”. La lengua no se emplea en la nada, funciona en un contexto de situaciones; es por ello que se considera como un medio de comunicación en sociedad donde se aplica un sistema lingüístico.
Dentro de este contexto no escampan las expresiones de los jóvenes, los cuales utilizan distintos medio y formas de comunicarse; una de estas son escrituras en grafiti o murales; los mismos son utilizados como expresiones de protesta y es visto como una cultura popular; utilizando para ello lugares públicos y muy transitados.
Por otra parte el lenguaje de los jóvenes es empleado sin respeto alguno a las normas de ortografía; para ellos es más importante la rapidez al lenguaje oral. Esto ocurre gracias a la cultura audiovisual como son los móvil, el chat, entre otros. Estas vías de comunicación escrita donde limitan espacio y rapidez a la hora de escribir, es lo que ocasionan las abreviaturas en las palabras las cuales invaden las aulas y causan descontento en los profesores, también se observan la creación de nuevas palabras (modernismo) y los modismos extranjeros.
Por lenguaje juvenil entendemos al conjunto de formas lingüísticas, la mayor parte de ellas referidas al léxico, que caracterizan la manera de hablar de amplios sectores de la juventud y que les permite manifestar su edad y grupo al que pertenecen.
Las implicaciones de dicha definición tienden a asombrarnos y nos permite ver la importancia de estudiar este fenómeno, sobre todo a la luz de las formas de comunicación actuales; asimismo debe hacernos conscientes de la imposibilidad de saber todo sobre la comunicación humana.
En este sentido, la profesora Carmen Galán, de la Universidad de Extremadura, rechaza cualquier intento por "normalizar" el lenguaje de los jóvenes, ya que "su principal característica es la libertad".
El profesor Félix Rodríguez, aseguró que mientras que el lenguaje "oficial" busca "lo elaborado a través de reglas", el de los jóvenes recurre "a extranjerismos ", pero "también usan reglas gramaticales para formar palabras, aunque no lo sepan". Como ejemplo, para realizar cambios en el significante se usan abreviaturas de dos sílabas de las palabras (bici) fenómenos como "la escritura lúdica" (PK2, BB+) o la "ortografía hiper-caracterizada y subversiva" (Amérika, poka, krisis).
Quizá esta controversia no tenga fin, lo que está claro es que hablar y escribir también puede ser un juego del que se puede disfrutar, siempre que en el fondo se tenga claras las reglas, ¿n t parc?
Podemos asegurar entonces, que los jóvenes usan inadecuadamente el extraordinario lenguaje que nos da el idioma español, por imitación, por darse valor y darse a valer, por sentir que pertenecen, por ser reconocidos, por hablar como los grandes y muchos otros etcéteras a los que no damos importancia en el seno de la familia, aspectos que no les propiciamos al interior del hogar, de ahí que tiendan de manera natural, a buscar satisfacer esas necesidades en el barrio, en la esquina, con la "raza" o donde sea.

 Es por todo lo anterior, que en la escuela se presentan verdaderos problemas para lograr en los estudiantes, una expresión oral y una dicción adecuada, un buen léxico, así como la comprensión de términos y conceptos. De aquí la invitación a que padres de familia, profesores, directivos y sociedad en general, unamos esfuerzos para lograr el uso correcto del idioma.